Operemos según el modelo de Jesús. Seamos instrumentos de bendición y no de maldición. Si nos toca corregir, hagámoslo en el marco de la restauración. Con la capacidad de bendecir mientras corregimos.
La espera mirando a Dios trae esperanza, la espera mirando el problema o la circunstancia trae desaliento. Sea cual sea la situación que estas pasando, no dejes de poner tu mirada en el Señor.