Hemos sido llamados a la operación divina, a través de los contactos, de las relaciones, hoy día, mañana, en cada momento. Operemos en Dios quien convierte lo ordinario en extraordinario. Seamos usados por ÉL.
La espera mirando a Dios trae esperanza, la espera mirando el problema o la circunstancia trae desaliento. Sea cual sea la situación que estas pasando, no dejes de poner tu mirada en el Señor.