Estamos construyendo nuestras vidas sobre una roca solida que es Jesús. Esa roca será nuestra fortaleza siempre y cuando la activemos. Persigue el objetivo diario de activar a Jesús en tu vida.
La espera mirando a Dios trae esperanza, la espera mirando el problema o la circunstancia trae desaliento. Sea cual sea la situación que estas pasando, no dejes de poner tu mirada en el Señor.