Contamos con el PRIVILEGIO más grande, ser hijos de un Dios amoroso y dador. Un Dios que quiere tener una relación íntima con cada uno de nosotros. El privilegio no es algo que nos ganamos por operar en su gracia o que nos merecemos, el privilegio de tenerlo como Padre es una gracia que ÉL nos quiere dar. Analiza tu vida e identifica dónde estás, el lugar, el espacio dónde te encuentras. Este espacio es dónde Dios te ha puesto para ejerce su llamado.
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ENAMORADOS DE JESUS
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