Dios quiere que abramos nuestros ojos, oídos y corazones espirituales. Perseveremos en esa búsqueda de apertura y atención para poder recibir sus dones y regalos.
La espera mirando a Dios trae esperanza, la espera mirando el problema o la circunstancia trae desaliento. Sea cual sea la situación que estas pasando, no dejes de poner tu mirada en el Señor.