Como cristianos tenemos un llamado algo distinto al que el mundo nos enseña. El llamado competitivo de sobresalir y ser más que los demás al costo que esto tome no es nuestro llamado como hombres y mujeres de Dios. El modelo que de Jesus es completamente diferente, nos pide amar a nuestros enemigos y a orar por ellos. ¿Estamos viviendo este modelo?
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ENAMORADOS DE JESUS
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