Sigue por el camino que Dios ha trazado para tu vida, aun en los tramos más difíciles. Solo vuelca tu corazón al Padre para clamar por fe y por la guía del Espíritu Santo.
La espera mirando a Dios trae esperanza, la espera mirando el problema o la circunstancia trae desaliento. Sea cual sea la situación que estas pasando, no dejes de poner tu mirada en el Señor.