En Ezequiel el Padre nos llama a andar en aguas salutíferas. Aguas que representan vida, presencia gloriosa de renovación, limpieza y fuerza del Espíritu Santo. La palabra nos muestra que asi como las aguas suben por nuestro cuerpo, Dios nos empuja a seguir en la carrera, la del crecimiento en ÉL. Lo importante es avanzar, a pesar de los retos y los problemas. En ese caminar no estamos solos, estamos unidos, juntos. Sigamos caminando en estas aguas de su presencia, certeros de que estamos en las aguas de su presencia.
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ENAMORADOS DE JESUS
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