Dejemos que el agua viva del Padre fluya en nosotros. Que el amor fluya en nosotros, en nuestros corazones, en nuestras mentes y en nuestros espíritus. Permitamos que el Espíritu Santo nos mueva y fluya como agua viva en nosotros. Que su amor, su perdón, su reconciliación y sus planes fluyan como ríos de agua viva en nuestras vidas.
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ENAMORADOS DE JESUS
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