Ten siempre una respuesta suave, controla la ira que puede haber desatado un comentario malintencionado. Controla, piensa, pregunta y entrega al Señor tu respuesta.
La espera mirando a Dios trae esperanza, la espera mirando el problema o la circunstancia trae desaliento. Sea cual sea la situación que estas pasando, no dejes de poner tu mirada en el Señor.