Estamos mendigando el amor del mundo cuando la única fuente de amor verdadero y autentico es ÉL. Dejemos de ser mendigos del amor del mundo, seamos príncipes del amor de Dios.
La espera mirando a Dios trae esperanza, la espera mirando el problema o la circunstancia trae desaliento. Sea cual sea la situación que estas pasando, no dejes de poner tu mirada en el Señor.