Poder y autoridad, no existe autoridad más grande que la de Dios. No hay jefes ni presidentes con mayor autoridad y ÉL nos va a investir para llevar ese poder y autoridad a las naciones. Llevemos su poder y autoridad primero a nuestras casas, a nuestras vidas! Escuchemos el llamado de utilizar ese poder de hacer cambios en el nombre de Jesús. Dios no nos dió espíritu de miedo sino de poder.
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ENAMORADOS DE JESUS
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