Es de vital importancia el que oremos unos por otros. Muchas veces nos concentramos solo en nosotros pero es esencial orar por los demás. Por las necesidades comunitarias, por los misioneros, elevemos nuestras oraciones pro los demás. Tomemos el ejemplo del apóstol Pablo quien constantemente oraba por las primeras comunidades o iglesias. No hagamos de la oración un momento solo para nosotros. Que sea el Espíritu Santo quien nos muestre quien debe estar en nuestras oraciones diarias.
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ENAMORADOS DE JESUS
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