Nunca olvides que las relaciones que establecemos, cuidamos y multiplicamos nos fortalecen. Dios nos regala relaciones, la más importante la que tenemos con EL. Pero también con nuestros padres, hijos, familia y amigos. ¿Estás cuidando que tus relaciones sean fructíferas, cómo Dios así lo quiere?
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ENAMORADOS DE JESUS
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