Dios nos llama a tener relaciones de excelencia con visión eterna, esas relaciones son SU regalo. Clamemos para que ÉL active en las relaciones sus frutos, a través de su Santo Espíritu.
La espera mirando a Dios trae esperanza, la espera mirando el problema o la circunstancia trae desaliento. Sea cual sea la situación que estas pasando, no dejes de poner tu mirada en el Señor.